En clase, hablando de los métodos analógicos, ha surgido un ejercicio en el que debíamos, divididos en cuatro grupos hacer analogías, metáforas, alegorías y parábolas de la ciudad de Madrid.
A mí me ha correspondido hacer una analogía (más bien un simil: "Madrid es como..."). La analogía en cuestión que se me ha ocurrido era la siguiente:
"Madrid es como ese yogur caducado en el fondo de la nevera: puede parecer asqueroso, pero aún así genera vida."
Con ella intento mostrar que Madrid es una ciudad que en general puede ser desagradable porque hay demasiada gente, mucha polución, no es que abunden los lugares agradables y muchas otras cosas que no resultan muy honrosas; pero, aún así, es una ciudad en constante movimiento donde siempre hay vida y, con ella, diversidad y eso es algo con mucho encanto.
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