Autofotorretrato




Cuando comencé a hacer mi autofotorretrato, pensé en una composición que englobara los aspectos principales de mi personalidad. Eso era algo muy difícil de hacer de forma figurativa, la verdad. Además, al ver claramente que se valoraba mejor una imagen sencilla y antes que una construcción confusa (lo que venía teniendo en mente), decidí desechar la idea.

Me ocurre una cosa: soy un inconsciente. Siempre ando salvándome de todo por los pelos y nunca escarmiento. Ya puedo estar siendo atacado por una horda de zombies que yo tendré tiempo para echarme plácidamente en la hierba y descansar. Esa es la idea principal de mi autofotorretrato.

Además, la imagen representa otras cosas que, de un modo u otro explican cosas de mi persona. Empezaré explicando el formato. Mi autofotorretrato imita a un cartel de una película. Esto es así porque me gusta el cine, pero más que el cine me gustan las historias. En la longitud y el título en sí, he querido además especificar que me gustan las historias largas, o mejor: dilatadas. Y por dilatadas no me refiero a que duren mucho, sino a que sean muy ricas en detalles y anécdotas secundarias.
Hay otro aspecto que se une al formato póster y el título del mismo a la hora de expresar mi adoración a las historias: yo aparezco en blanco y negro, además de como guiño al objeto creativo, porque me gustan las historias con un esquema clásico. Y no quiero decir que prefiera historias arquetípicas, no. Lo que quiero decir es que para mí es mucho más disfrutable una historia donde la abstracción sea mínima: a mí, cosas incomprensibles que lo sean porque no son inherentes a la narración o me las pones en comedia o no las quiero. Es así y es algo muy importante para mí a la hora de valorar una historia cualquiera.

Ahora hablaré del entorno de la imagen: podemos verme tumbado en un césped y, al fondo del mismo vemos un mar. La explicación de césped es totalmente figurativa: me encanta el césped, me gusta tumbarme en él, pisarlo y estando descalzo en un buen césped me siento más cómodo que en casi cualquier parte. En cuanto al mar, la cosa es muy distinta. He puesto esa imagen de mar porque me simboliza en dos aspectos. Primero mi nombre, Adrián, significa el que viene del Adriático o el que viene del mar y es algo que siempre me ha encantado. Segundo, el mar en ocasiones representa el caos y el caos es algo inherente a mí. Va unido a mi inconsciencia. Decir que yo soy una persona ordenada o responsable sería como decir que los manzanos dan piñas.
En el entorno también encontramos que mi cabeza se apoya sobre una mochila. Con ello represento por un lado que mi cabeza se apoya sobre una mochila, que simboliza los conocimientos que llevo conmigo. Por otro lado, no sólo lo simbolizo, porque casi siempre llevo conmigo una mochila y con el tiempo va llenándose de cosas que digamos voy consiguiendo o adquiriendo.

El sello que reza "Con muchos zombies" es un tributo a mi frikismo, para qué darle más vueltas. Es bastante sencillo y creo que claro.

Por último, en los créditos que encontramos abajo queda representada gran parte de la gente que forma parte de mi vida, los amigos y la familia; y alguna que otra cosa que me apasiona como la música de bandas sonoras en la figura de Ennio Morricone o el cine en múltiples formas en la figura de Bill Murray, a quien considero un actor muy versatil.